CARNAVAL EN AMAGUAÑA

CARNAVAL DE AMAGUAÑA


A sus 74 años, Rafael Baquero recuerda con claridad como fue el primer desfile por las fiestas de carnaval en Amaguaña. Fue un domingo de hace 55 años. Él y un grupo de amigos del Club San Martín planearon hacer un pregón con carros alegóricos. No fue un desfile pomposo, pero sí colorido.
Al año siguiente, el pregón se repitió. Esta vez contaron con la colaboración de Delfín Sosa. Este morador, ya fallecido, prestó su camioneta: una Ford. El vehículo fue arreglado con serpentinas, palmeras y flores. Además, amigas y sus hijas engalanaron  el carro alegórico. El paseo se inició en la calle de la Junta Parroquial y avanzó hasta el estadio. Los espectadores quedaron alucinados.
Con este antecedente, el carnaval del tercer año era más esperado. Baquero recuerda que había más expectativa y por lo mismo mayor exigencia. Los de San Martín eran jóvenes y sin muchos recursos. Fue entonces, que el club Ecuador les tomó la posta. Sin envidia, relata, que la nueva agrupación hizo un gran papel como organizador de la actividad de mayor renombre de la parroquia. Tanto así que fueron quienes posesionaron el programa en Amaguaña y sus alrededores.
Durante 17 años el club, el cual estaba conformado por empleados de la fábrica textil Ecuador, organizó la mayor fiesta de la parroquia. Baquero, desde su ferretería en la esquina de la Junta Parroquial, mira la calle Amaguaña hasta el final y recuerda que el pregón, desde sus  inicios pasa por la misma vía.
La elección de la reina fue idea del club. Según recuerda desde 1960 se desarrolla la gala. Todos los años antes de que se inicien los festejos se escoge a la más bonita de la parroquia. Esta costumbre se mantiene hasta la actualidad.
Hoy por hoy, uno de los mayores atractivos de las fiestas es el “corso de flores y serpentinas”, que actualmente se lo conoce con el nombre de  “corso de carnaval”, conjuntamente  con la elección de Reina de Carnaval.
Luego de 17 años como organizadores, el club no pudo continuar con los preparativos. Pero la fiesta estaba tan arraigada que sus autoridades decidieron no dejarla morir. La junta parroquial tomó la posta y nombró un comité de fiestas.
Baquero menciona contento que fue parte del nacimiento de una tradición en Amaguaña. Celebración que ha traspasado las fronteras de la parroquia y la cual es visitada desde varios puntos del país. En la actualidad este es uno de los carnavales con renombre del país. Cada año recibe a cerca de 500 000 visitantes.


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